La cuarta edición del Gasteiz Calling se puede considerar la de su consolidación definitiva bajo un formato de dos días en el Iradier Arena, ya que esta segunda puesta en escena de un festival con dos jornadas se ha plasmado en una mayor asistencia que en 2017 y que en cualquiera de las dos ediciones de día que se celebraron en 2016 y 2015.
Un festival cómodo, con un escenario, con tiempo de sobra entre grupo y grupo para no tener que ir apresurado de un lado a otro, donde las bandas no se solapan, donde las barras de bebida y comida funcionan francamente bien, con un personal amable y profesional; guardias de seguridad que en la mayoría de los casos no eran ogros hormonados encabritados por no disfrutar del evento; e, incluso, el abajo firmante no veía nada claro el sistema de pulseras con chip para hacer el pago en las barras y funcionó a la perfección.
En lo que más que se ha notado el aumento de la afluencia de asistentes fue a la hora de ir al servicio y en que, en determinados momentos, para evitar aglomeraciones se cortaba el acceso al ruedo del Iradier Arena hasta el final de la actuación del grupo en cuestión.
El principal punto negativo del Gasteiz Calling es el caballo de batalla que les viene persiguiendo desde su primera edición en 2015 con Bad Religion como gran reclamo: el sonido. Sin embargo, aunque siempre es mejorable, personalmente me pareció mejor que en otras ocasiones. Sonido mejor o peor, lo cierto es que esta cuarta edición arrojó un buen nivel en las actuaciones, personalmente no me sobró ningún grupo y vi a la mayoría de ellos, y, desde luego, bastante satisfacción entre los asistentes.

Warm Up Party @ Jimmy Jazz 08/11/2018
Como viene siendo costumbre en cada una de las cuatro ediciones celebradas del Gasteiz Calling, el día antes de que las hostilidades musicales se desaten bajo la cúpula del Iradier Arena, la sala Jimmy Jazz organiza una fiesta de calentamiento. Sin embargo, en mi opinión, en este 2018 ha presentado un cartel más modesto que en las dos últimas ediciones, donde hemos podido disfrutar de, entre otros, Angelic Upstarts, Peter and The Test Tube Babies, Total Chaos, Cro-Mags. Strung Out o Slime.
En esta ocasión también estaba el reclamo de la presencia de un referente dentro de la escena hardcore punk, como es el caso de Jerry A., cantante de Poison Idea, que visitaba el estado para presentar el disco que ha sacado junto a 25th Coming Fire. Fue el concierto principal, correcto, con un grupo disfrutando sobre el escenario, ejecutando las canciones del álbum e incluyendo un par de temas de Poison Idea, que fueron los más celebrados por la sala. Probablemente, la mayoría esperábamos alguna canción más del grupo anterior de Jerry A., pero también hubiera sido injusto para sus compañeros de aventura y, además, es de celebrar no querer vivir del pasado.
Antes de Jerry A. & 25th Coming Fire por el escenario de Jimmy Jazz pasaron Estricalla, que personalmente suponían el gran reclamo para ir un día antes a Vitoria-Gasteiz. Hasta este momento no había sido capaz de ver un concierto completo de Estricalla y me pude desquitar. Acompañados de un buen sonido, con Mikel Kazalis a los mandos de la mesa de sonido, con una gran presencia escénica de su vocalista, Fernando (Kuraia/El Corazón del Sapo), fueron desgranando su repertorio de una forma más que convincente.

Gasteiz Calling 2018 – Día 1 | 09/11/2018
Para mí, la segunda jornada comenzó viendo el final de XXL y disfrutando de Not On Tour. Una banda que no conocía y que fueron directos a la médula. Canciones rápidas, con su toque pop, y con su vocalista Sima Brami, una de las pocas mujeres que en este 2018 han pasado por el escenario del Gasteiz Calling. Un concierto para disfrutar y conocer un nuevo grupo, en mi caso.
Les siguieron Nations On Fire, a quienes me habían recomendado, y lo cierto es que no me decepcionaron. Potente hardcore procedente de Bélgica, siempre tierra prolífica para estos sonidos, con una banda de vuelta a los escenarios tras un parón de casi dos décadas. Con un frontman que además de cantante también ejerció de líder de opinión de la banda e incluso dedicó una canción a Fermín Muguruza.
Llegaba el momento de ver a todo un clásico del punk británico: G.B.H.. El grupo había entrado en el cartel a consecuencia de la baja de Exploited y no creo que decepcionaran a nadie, a pesar de no gozar del mejor sonido. Les había podido ver en su gira de este 2018 y también nos habían visitado en 2017, sin embargo, no me canso de ver a Colin Abrahall y sus huestes. ¿Quién se puede cansar de temas como «Give Me Fire«, «Sick Boy«, «Maniac» o «City Baby Attacked By Rats«?
Los británicos habían elevado la temperatura del personal, que ya abarrotaba el recinto de conciertos, antes de la llegada de uno de los platos fuertes del festival, al menos personalmente. Nunca pensé que iba a tener la oportunidad de ver a Dag Nasty, pero estaba equivocado. Desde luego hubiera preferido ver a Dag Nasty con Dave Smalley a la voz, cantando las canciones del mítico Can I Say, sin embargo, Shawn Brown no salió mal parado de la ocasión.
Es curioso que nunca llegara a grabar el álbum, a pesar de haber colaborado en la composición de las canciones, ya que fue sustituido por Smalley ya que no daba la talla, pero ahora forme parte de la formación de esta gira de reunión. Personalmente me gustaron, creo que Brown cumplió, y pudimos disfrutar de un gran concierto donde sonaron cañonazos como «Under Your Influence«, «The God Father» o «Can I Say«. Como sorpresa, se marcaron una celebrada versión de «I Don’t Wanna Hear It» de Minor Threat.
La temperatura iba subiendo y todo estaba servido para que en el Iradier Arena se presentasen Cockney Rejects. Pusieron toda la carne en el asador desde el principio, arrancando con «War On The Terraces«, celebrado y coreado desde el foso y las gradas. Desde el principio quisieron dejar claro tanto su procedencia, el East End londinense, como sus preferencias futboleras, West Ham United, como después dejaron meridianamente claro con su adaptación de «I’m Forever Blowing Bubbles«. Por supuesto, a lo largo de su actuación no faltaron los clásicos «We Are the Firm«, «Flares’n’Slippers«, «Police Car» o «Oi!, Oi! Oi!«. Siempre grandes y en Vitoria no lo fueron menos.
Cada grupo que salía no desmerecía al anterior. Refused no iban a ser menos. Sé que nadie es objetivo haciendo una crónica de algo que depende tanto del gusto personal como es la música, pero el cuarteto de ümea es una de mis debilidades. Les había podido ver en su regreso a los escenarios, tras publicar su último disco y, por tercera vez, en Gasteiz Calling, con un setlist de entre guerras donde alternaron canciones de Freedom, «Servants of Death«, «Dawkins Christ» o «Elektra«; con la mierda de siempre, es decir, «The Shape of Punk to Come«, «Refused Party Program«, «Rather Be Dead«, «Summerholidays vs Punkroutine» (éxtasis personal), «Tannhäuser / Derivè» o «New Noise» (éxtasis colectivo).
Tras Refused llegaron Soziedad Alkohólika que arrasaron. Probablemente, fueron los grandes triunfadores de la jornada. Se metieron al público en el bolsillo desde el principio del concierto, que estuvo marcado por las canciones de su nuevo trabajo, es decir, «Alienado«, «Causas Podridas«, «Alkohol» y «Fugitivos«; pero, sobre todo, arrollaron desde que sonó «Palomas y Buitres«, marcando el inicio de una segunda parte del espectáculo marcado por los clásicos. En el Iradier Arena retumbaron temas como «Estado Enfermo«, «SHAKTALE«, «Automarginado«, «Ratas«, «Intoxikazión Etilika«, «Piedra contra Tijera«, «No Quiero Participar» o «Nos Vimos en Berlín«. Apabullantes, los únicos del día en llevar espectáculo, con cañones de humo y un gran telón con el sello de la banda al fondo. Fue como regresar al instituto, a ese septiembre de 1992 cuando un compañero de clase me dejó Intoxikazión Etilika y al llegar a casa dije: «¿pero qué coño es esto?! mola mucho!«.
Los últimos en comparecer en la primera jornada fueron Suicidal Tendencies, abriendo con «You Can’t Bring Me Down» y realizando otro concierto soberbio, comandando por los bríos de Mike Muir, siempre certero en ceder protagonismo a la banda, que como siempre estaba compuesta por músicos de impecable técnica. Sin embargo, al igual que en otras ocasiones que les he visto, el grupo se empeña en alargar las canciones, algo que personalmente no me gusta. No obstante, ello no me impidió de disfrutar de clasicazos como «I Shot the Devil«, «Two Sided Politics«, «War Inside My Head» o «Possessed to Skate«.
Gasteiz Calling 2018 – Día 2 | 10/11/208
La segunda jornada del Gasteiz Calling comenzó con Adrenalized, siempre frenéticos, técnicos y recomendables. Espero que no tarden en deleitarnos con la continuación de Tales From The Lost Generation. Tras ellos comparecieron Lion’s Law, que estuvieron algo apáticos, en especial su cantante. No sé si no están acostumbrados a tocar tan pronto, el sonido general de su actuación o que pienso que el lugar de estas bandas es un pequeño club, pero su actuación no terminó de engancharme. Supongo que pequé de compararles con anteriores ocasiones. Hicieron un repaso de los temas de sus discos, sonando «Lafayette«, «For My Clan» o «Last Train Home«.
Dead To Me fueron la única banda de todo el festival con la que no terminé de conectar e, incluso, me aburrieron, así que decidí reponer fuerzas antes de la triada que más me interesaba el sábado: Bad Co. Project, Street Dogs y The Boys. Potente actuación la que nos brindaron Sucker y Bad Co. Project. Con el público metido en su actuación, desgranando temas propios como «Mission Mohawk» o «All U Kids«, no faltaron las versiones de Oxymoron que terminaron de desatar a los asistentes, entre ellas, «Beware, Poisonous«, «Crisis Identity» y «Dead End Generation«.
Bad Co. Project nos dejaron en ese punto ideal para que Mike McColgan y Street Dogs nos hicieran volar alto como así fue. Punk, rock and roll, olor a taberna irlandesa y proclamas revolucionarias para ganarse al público desde la primera canción. Momentos estelares como con «Tobe’s Got a Drinkin’ Problem«, «Punk Rock and Roll«, «GOP» -que en realidad es una versión de «GLC» de Menace-, «Working Class Heroes» o «Complete Control» de The Clash, con que cerraron apoteósicamente.
Estaba expectante por ver a The Boys, una banda que me encanta, en especial sus dos primeros LPs, pero que no terminaba de ver dentro de la programación del Gasteiz Calling. Como escuché a la conclusión de su actuación, «han dado dos conciertos en uno«. Y así fue. En la primera parte de su actuación concentraron temas más pop, que creo que dejaron despistado a la gran mayoría de los asistentes, entre los que me incluyo. Sin embargo, en la segunda sonó aquello que todos queríamos oír, es decir, «Sick On You«, «Call Your Name«, «Soda Pressing«, «I Call Your Name«, «Cop Cars» y, por supuesto, «Avestruz» de La Polla Records, digo «First Time«.
Tras The Boys llegaba un tiempo de acoplarse en la grada para ver a Segismundo Toxicómano. Nunca había trabajado en exceso a este grupo vitoriano y me arrepentí durante su concierto. Al igual que en la jornada anterior con S.A., me parecieron los grandes triunfadores del día. Nadie como ellos, a excepción de Agnostic Front por momentos, supieron conectar con el público y, sobre todo, poner patas arriba el Iradier Arena. Tremenda actuación.
Tres bandas quedaban para cerrar el Gasteiz Calling y eran de las más esperadas. Los canadienses Propagandhi dieron un gran concierto, con su hardcore técnico, aunque no exento de canciones agresivas y directas como «Failed Imagineer» o «Fuck the Border«, alternando esas partes progresivas con cambios de ritmo a base de punk y hardcore furioso. Majestuosos.
No menos satisfactorio fue el concierto de Agnostic Front, y no esperaba mucho de ellos, la verdad. Todo un clásico del hardcore de la Gran Manzana que llegaba al mismo escenario donde el año pasado habían triunfado algunos de sus compañeros en la escena del NYHC, como Sick Of It All o Madball. No esperaba mucho de ellos, equivocado estaba. Conectaron con el público, Roger Miret sigue siendo un frontman extraordinario a la hora de movilizar a las masas en el pit, e, incluso, llegaron a incendiar las gargantas de los asistentes con «Gotta Go«.
La cuarta edición del Gasteiz Calling se iba a cerrar con una de las bandas más esperadas: NOFX. Lo cierto es que si se trata de poner un punto festivo al cierre, no hay muchas bandas más recomendables, lástima que siempre se me han atragantado un poco, por lo que no les hice mucho caso. Cierto es que me sorprendió gratamente la versión que hicieron de «Radio» de Rancid. Por lo demás, la gente disfrutó de la banda liderada por Fat Mike, así que quién soy yo para decir lo contrario.
Con NOFX se echó el cierre a la cuarta edición del Gasteiz Calling, que ha congregado a más asistentes que en los años anteriores y que, como decía al principio, consolida su fórmula de dos días. Expectantes estamos de lo que nos deparará el cartel de 2019. Si la salud ni la autoridad competente lo impide, en Vitoria estaré de nuevo en noviembre de 2019.
Autor: Charlie Condenado
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