A pesar de estar fuera de plazo, en condenadofanzine.com no queríamos dejar la oportunidad de continuar con nuestra recién estrenada saga de artículos llamada #TopOfTheMonth, en los que repasamos los lanzamientos de octubre que más nos han gustado. Más vale tarde que nunca, o eso dicen, pero desde luego que este artículo trae cinco álbumes que merecen la pena de ser escuchados -si es que no lo has hecho ya-.

- Banda: The Social
- Disco: All For One, One For All
The Social vienen desde Liverpool con su primer largo, ‘All For One, One For All‘, editado por Mendeku. Llevamos detrás de esta banda desde aquella primera demo de cinco temas. Teníamos hambre de un LP completo, y ya está aquí. Doce cortes donde hardcore, punk y oi! se mezclan con tundencia, con un pulso UK82 que mira a The Ejected, Abrasive Wheels, The Partisans o Nabat.
En la formación está Tom Pimlott, a quien ya conoces si en su día te volaron la cabeza Violent Reaction —que en condenadofanzine.com nos gustaban, y mucho— o has seguido proyectos como The Flex, Payday o Arms Race, otro de nuestros favoritos de la escena hardcore de UK. Pimlott y compañía aterrizan en vinilo tras dos cintas previas en P.M.T..

- Banda: JJ And The A’s
- Disco: Rhetoric of the Trash
Últimamente tenemos algo abandonada la escena musical de Copenhague, a la que hace años le dedicamos un capítulo especial de nuestro podcast Radio Condenado. Sin embargo, esto no ha provocado que JJ And The A’s hayan salido de nuestro radar. Ni mucho menos. Por ello, nos ha congratulado conocer que JJ and The A’s regresan con su primer LP, ‘Rhetoric of the Trash’, editado por La Vida Es Un Mus, uno de los sellos que más alegrías nos ha dado en condenadofanzine.com. Seguimos a esta banda desde su debut homónimo y su posterior EP ‘Eyeballer’, y ya intuíamos que no iban a quedarse quietos en un solo registro.
‘Rhetoric of the Trash’ contiene una docena de canciones donde el punk californiano de vieja escuela se disuelve entre melodías hipnóticas, disonancias y una atmósfera rara, como si T.S.O.L. se hubiera metido a discutir con Redd Kross en medio de un vertedero de plástico. En su primer larga duración, la banda danesa explora la decadencia moral que dejó el colonialismo y el empacho capitalista en el que seguimos hundidos, pero sin perder el punto raro que les caracteriza. El disco baja un cambio respecto a trabajos anteriores: se mete por derivas más sutiles, con melodías que zumban como un transformador viejo y sintetizadores que, aun así, conservan ese deje clásico del punk californiano ochentero.

- Banda: Sistema de Entretenimiento
- Disco: 300 Noches Sin Dormir
Sistema de Entretenimiento no necesitan presentación a estas alturas: llevan unos años sonando en todas partes y no por hype vacío, sino porque han convertido la periferia industrial del Vallès en un búnker de synth-punk hipervitaminado. Su nuevo largo, ‘300 noches sin dormir’, coeditado por Flexidiscos, JGC Producciones y Discos Banana, es la descarga más reciente de este trío, y viene directo del mismo nodo mutante que conecta Leonor SS, Sin Bragas, Mazmorra y todo el ecosistema Fast Food Records. Llevan tiempo jugando con la etiqueta “arcade punk”: cajas de ritmos frías, bajo nervioso, guitarra sin distorsión y teclados que te taladran como neón barato. Canciones cortas, urgentes, adictas a los 8 bits y al insomnio.
En ‘300 noches sin dormir’ todo gira alrededor de lo mismo: no poder apagar la cabeza, querer fugarse de la realidad y vivir dentro de un videojuego roto. Robots, anime de los 80, paranoia tecnológica, amor tóxico en modo boss final. Sistema de Entretenimiento disparan 16 temas que no llegan ni a los dos minutos, puro ataque directo pensado tanto para pogo como para pista sintética a las tres de la mañana. Es punk electrónico heredero de The Screamers, Devo o Aviador Dro, pero con ADN Vallès y mala leche adolescente. No estamos ante “punk con sintes”, estamos ante un sistema completo de ocupación mental. Una banda que ya es referencia del nuevo punk estatal y que, sinceramente, ahora mismo no admite réplica.

- Banda: Snooper
- Disco: Worldwide
Snooper vuelven con su nuevo LP, ‘Worldwide’, y sigue la misma lógica que hizo de Nashville un laboratorio más peligroso que cualquier multinacional: caos hiperactivo, punk de chicle y cero vergüenza. Desde aquel debut ‘Snööper’ hasta hoy, la banda de Blair Tramel y Connor Cummins ha pasado de grabar con cajas de ritmos caseras a trabajar con John Congleton (productor de gente como St. Vincent), pero sin pulir la dentadura. ‘Worldwide’ es Snooper más rápido, más afilado y más adictivo. Siguen siendo egg punk, sí, pero ya juegan en otra liga: guitarras a toda leche, bajo serpenteante, golpes de ruido sintético y esa voz nerviosa que te ríe en la cara mientras todo arde.
El disco viene con un concepto muy claro y muy incómodo: vigilancia constante. ‘Worldwide’ habla de vivir observado, rastreado, geolocalizado y monetizado, tanto online como en la calle. Esa presión se nota en el sonido, que por momentos roza lo industrial y lo mecánico, como si las canciones estuvieran siendo prensadas bajo una hidráulica gigante a punto de explotar. Pero hay belleza dentro de esa compresión: Snooper convierten la ansiedad digital en fiesta colectiva, con riffs que duran lo justo para romperte la atención y ritmos que te empujan sin darte respiro. Punk para un mundo donde ya no existe el “fuera de plano”.

- Banda: Screen Star
- Disco: Cop City EP
Si vienes de escuchar el ‘Worldwide’ de Snooper y piensas “ok, Nashville está en llamas”, aquí tienes más gasolina: Screen Star y su EP ‘Cop City’. Misma ciudad, misma ética DIY de sótano y cinta de cassette, misma urgencia de “esto lo hacemos nosotras o no lo hace nadie”. Pero ojo: no es copia. Screen Star tira menos de la teatralidad mutante y el caos plástico de Snooper y más de la melodía con colmillo. ‘Cop City’ ha salido el 1 de octubre de 2025 vía Knuckles On Stun, sello casero de Nashville, en una tirada ridícula de cassettes rosa, casi arte de contrabando.
Son cuatro temas en menos de diez minutos —“Cop City”, “Primitive World”, “Future Sight”, “Maserati”— y no sobra ni un segundo. Guitarras afiladas, bajo saltón, ritmo en carrera continua y estribillos que entran a la primera escucha. El título del EP ya marca posición: “Cop City” es vigilancia, control urbano, policía en cada esquina. Luego rematan con ansiedad de futuro, mundo primitivo y lujo de escaparate (“Maserati”) como chiste cruel sobre estatus y clase. Todo muy siglo XXI: cámaras encendidas, sueldos de mierda y alguien presumiendo coche. El resultado es un debut que llega con las ideas claras: rápido, pegadizo, todo en su sitio. “Un EP brillante de cuatro pistas”, dice el propio sello, y por una vez no están exagerando.
Descubre más desde Condenado Fanzine | No Mess, No Fuss, Just Pure Underground RocknRoll
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
