Un 7 de mayo de 1979, The Bridgehouse, en Canning Town, Londres, acogió lo que se puede considerar como el acto fundacional del revival mod o, siendo menos pretencioso, un acto de reivindicación de una cultura juvenil que volvía a asomarse a las salas de conciertos, a los medios de comunicación y a las listas de singles. Una juventud que vio en el punk ese vehículo revolucionario para construir su propio espacio y que también sufrió su desencanto, derivando hacia otras corrientes musicales ajenas tanto al nihilismo como a la violencia punk que se daba en muchos conciertos.
«Como chavales de diecisiete años que éramos, sentíamos que el movimiento punk estaba demostrando ser una farsa. No lo guiaba la gente que pensábamos e indudablemente no tenía el significado que nosotros creíamos«, explicaba Dave Cairns, guitarrista de Secret Affair. «Era un tiempo muy violento, cada concierto era una pelea«, también comentaba Paul Weller al recordar la efervescencia malentendida de los años del punk del ’77 en Londres.
Esta nueva generación de adolescentes empezaron a echar la vista atrás. A los años 60. La mayoría de las bandas salidas al albor del punk tomaban su inspiración de la música de los años 50 y 60. Obviamente, los grupos asociados al revival mod iban a hacer lo mismo. Pero no sólo iban a recuperar las influencias musicales de los felices años del Swinging London, también su estética y el scooterismo como forma de interactuar con la sociedad británica de la época que sufría los rigores de la crisis del petróleo de 1973.
Bienvenidos al East End
La inexistente escena mod comenzó a tomar forma desde inicios de 1979. El punk había creado a una corriente de desencantados que estaban buscando su sitio en el mundo y, como buenos adolescentes, con ganas de disfrutar de la vida con intensidad. Sin embargo, no todas las personas que estuvieron involucradas en este renacer de la cultura sixtie están de acuerdo con denominar al movimiento como «revival mod«.
Ian Page, de Secret Affair, recuerda que «empecé llamando los Glory Boys a la movida mod, lo que echa por tierra todas esas ideas de que fuese un revival. Lo único equivocado del movimiento es el empleo de la palabra mod. Pero ya se sabe que mod es simplemente la abreviatura de moderno. Y, aunque de todas formas nuestra alternativa sea Glory Boys, no podemos hacer más con eso. No podemos dejar de ser llamados una banda mod y no podemos dejar de compartir muchos de los ideales de las viejas bandas mod«.
The Bridge House Cavern era el local que tenía como banda residente a Secret Affair y también el punto de encuentro de los mods del East End londinenses. Contaba como propietario con Terry Murphy, descendiente de una conocida familia de boxeadores del barrio y cuyo hijo había caído en los brazos del modernismo desde los primeros días. Murphy convirtió a The Bridge House en la principal sala de la zona y los lunes comenzó a programar los llamados Mods Mondays.
Estos lunes orientados a la escena mod comenzaron con el fichaje de Secret Affair como banda residente. «Vinieron igual que otros millones de bandas. Iban muy pulidos y correctos con sus cuellos y sus corbatas –vestidos igual que yo cuando era joven–. Les pregunté qué tipo de música tocaban, y me dijeron “un poco de soul , un poco de rhythm and blues”, así que supe con certeza que eran una banda mod. Los fiché para la semana siguiente y lo anuncié como el Mods Monday. Después de aquello, les di una residencia«, explicaba Murphy.
Dave y yo teloneamos a The Jam en muchas ocasiones de 1977. En aquel momento, no existía ningún movimiento mod activo. Nadie se llamaba a si mismo mod. Nosotros y The Jam éramos las dos únicas bandas de la época que vestían ‘smart’ (NdT: elegante) y es bastante interesante que la prensa lo llamara
The March of the Mods cuando salimos de gira con ellos en 1977 – Ian Page (New Hearts/Secret Affair)
Durante estos Mods Mondays no sólo actuaron Secret Affair, también tuvieron su oportunidad otras incipientes bandas de la escena mod de la capital y alrededores. De hecho, salvo The Jam y, en menor medida, Secret Affair, que nunca fueron acogidos por los media con el mismo entusiasmo que sus fans; el resto de grupos de la escena mod de principios de 1979 apenas eran conocidos porque a penas tenían trayectoria a sus espaldas.
Durante 1977 y 1978 otros músicos también empezaron a fijar su vista en la música de los años 60 e, influenciados mayormente por The Jam, comenzaron a desarrollar sus propios proyectos musicales. Nuevas bandas que necesitaban de locales que les dieran la oportunidad de tocar en directo para darse a conocer entre público y medios de comunicación.
Los Mods Mondays de The Bridgehouse fueron importantes para dar exposición a una nueva generación de bandas. Por su escenario, además de los residentes Secret Affair, pasaron The Scooters, Les Elite, The Little Roosters, Purple Hearts, The Chords, The Mods, Back To Zero o The Small Hours.
La idea
En paralelo al crecimiento de la escena mod, Murphy tenía una idea rondando por su cabeza: editar un disco en directo grabado en The Bridge House y que el sello también inmortalizara el nombre de esta sala de conciertos. «El año anterior había publicado un álbum en directo titulado A Week At The Bridge, y quería hacer otro. Pensaba que ese rollo mod estaba muy bien, así que junté a las bandas. Sin ningún género de duda, los Secret Affair eran los líderes y, con el álbum en mente, fui buscando a las otras bandas«. El cartel, además de contar con Secret Affair, fue completado con Beggar, The Mods, Small Hours, Merton Parkas y The Little Roosters, quienes no se presentaron y fueron sustituidos a última hora por Squire, que andaban por allí por casualidad.
Tony Meynell, cantante y guitarrista de Squire, recuerda que «sabíamos, después de haber hecho unos pocos conciertos con The Mods, que habría un concierto en el Bridge House y que se iba a grabar para un elepé. Como no éramos muy conocidos, no nos habían invitado, así que nos metimos en la furgoneta y nos pasamos por allí por ver si sonaba la flauta. Los Little Roosters no se habían presentado, así que nos dijeron que podíamos salir los primeros. Habíamos traído a algún público con nosotros, así que tocamos con todo el corazón para la gente que todavía estaba entrando. No había un mar de parkas verdes entre la multitud, si sabes a lo que me refiero. Vestían en plan Glory Boys, mucho más trajeados«.
El día entero fue una competición, con cada banda intentando superar a la anterior. Por supuesto, Secret Affair tenían el público más numeroso, pero todas las bandas habían traído a sus propios fans y todas intentaban demostrar quién tenía la peña más ruidosa – Terry Murphy (dueño de The Bridge House)
Con el concierto de Squire comenzó Mods MayDay, algo más que un festival de un día, como dijo Simon Smith, batería de Merton Parkas, «Aquel día fue probablemente el verdadero pistoletazo de salida. Fue la primera vez que nos encontramos con muchas de las personas que iban a formar parte de ese gran fenómeno mod«. Un evento que, además, fue previsto con seis bandas que musicalmente eran diferentes a pesar de tener el público en común. «Me parece que ese día todas las bandas hicieron un buen contraste porque, aunque ocupaban el mismo nicho, eran todas bastante diferentes«, señala Smith.
Si la grabación de un disco en directo de una única banda suele traer de los nervios a músicos, mánagers y crew, hacerlo con seis bandas debió ser toda una prueba de paciencia a tenor de las palabras del propio Murphy. «El día entero fue una competición, con cada banda intentando superar a la anterior. Por supuesto, Secret Affair tenían el público más numeroso, pero todas las bandas habían traído a sus propios fans y todas intentaban demostrar quién tenía la peña más ruidosa. Fue una noche alucinante. Se suponía que teníamos que acabar a las 10:30 de la noche, aunque probablemente a las 11:30 aún estuviéramos grabando. La idea era grabar cinco o seis canciones a cada una de las bandas y entonces, a las nueve de la noche, que salieran Secret Affair y grabar su concierto entero«.
Cada banda consiguió que tanto sus seguidores como el resto de la asistencia se involucraran en un concierto que se iba a convertir en mítico y en toda una referencia de la escena mod no sólo británica, también internacional. «Hacía mucho calor y la atmósfera era realmente especial, pero no estoy seguro de hasta qué punto la multitud era consciente de que estaba formando parte de un momento particularmente histórico. Lo bueno de aquella sala era que se había convertido en el sitio al que había que ir en aquella parte de Londres, así que fue más como una fiesta que otra cosa«, recuerda Ian Page.
Como curiosidad y refrendando las palabras de Ian Page, The Bridge House era el sitio al que ir si vivías en el East End londinense, pero no era el único de la ciudad. En aquella noche del lunes, 7 de mayo, en Londres se vivieron otros conciertos que en la actualidad hubieran causado más de un drama:
- The Chords, Purple Hearts, Back to Zero y Scooters actuaron en el Music Machine en Camden.
- The Specials petaban el Noise Factory
- Madness actuaban ante 8 personas en el Windsor Castle de Harrow Road. La banda se repartió 50 peniques como paga por el concierto.
La grabación
Los conciertos fueron registrados con el equipo de grabación del estudio de Ronnie Lane, miembro de The Small Faces y The Faces. En el estudio de grabación de Lane, por ejemplo, se habían realizado las sesiones de Quadrophenia de The Who. Ron Fawcus fue el ingeniero de sonido de la grabación, un experto por cuyas manos habían pasado grupos tan variados como Bad Company, The Who, Eric Clapton o Eric Burdon.
El 29 de junio se ponía a la venta Mods Mayday’79, recogiendo un error tipográfico en la portada que arrastraron las 500 primeras copias que salieron de imprenta, creando así el primer LP objeto de coleccionismo del revival mod. Un disco del que Garry Bushell, en Sounds, dijo que «lo que está en marcha no es tanto una resurrección (revival) como una renovación (renewal). No se trata de recrear los 60s o algo así. Se trata de tomar lo mejor de aquellas glorias pasadas como base sobre la cual construir algo nuevo«.
Un álbum en el que a última hora no aparecieron Merton Parkas debido a que su discográfica, Beggars Banquet, lo impidió. Una actitud por parte del sello que dañó la imagen de la banda del sur de Londres, que por estos hechos y otros rumores sufrieron la campaña Kill All Merton Parkas. El hecho de haber sido la primera banda del revival mod en firmar por una discográfica provocó recelos y la aparición de una serie de rumores, como que tocaban en bodas y bautizos para sacarse un dinero extra, para desacreditar su pedigrí y autenticidad mod. Algo similar también sufrieron The Chords con Anti-Chords League.
Mods MayDay’79 llegó a alcanzar el puesto 75º en la lista de álbumes más vendidos del Reino Unido. Hubo varios factores que propiciaron estas ventas del disco: la reseña positiva de Garry Bushell en Sounds; la retirada de Merton Parkas; la distribución por parte de Arista, gracias a la mediación de Secret Affair; así como la inclusión de publicidad de Mods MayDay’79 dentro del insert de su primer disco, Glory Boys.
En realidad, como Tony Meynell expresa en una entrevista a New Untouchables, Mods MayDay fue «un vehículo para Secret Affair. Fue distribuido por Arista y aunque estaba en el sello de Bridge House, era realmente un álbum para abrir el apetito con Secret Affair antes de que estuvieran listos para lanzar su disco a finales de septiembre«.
Autor: Charlie Condenado
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