Recuperamos nuestra saga de artículos que hemos bautizado con el nombre de The Story Behind con Secret Affair y «Glory Boys«. La primera canción que Ian Page y Dave Cairns compusieron como Secret Affair. Un tema especial ya que no es una composición más es una declaración de intenciones. Un manifiesto fundacional de un grupo de agitadores sociomusicales con un plan. Un concepto que desarrollar bajo el que dar cobijo a una nueva generación de jóvenes británicos que no terminaban de encajar en la escena punk y que ponían sus miras en la música y estética de los años 60.
“No me gustaba la idea de la ropa rota, ni los cortes de pelo ridículos, pero pensábamos… ¡es genial! Seguro que aquello serviría para dar una oportunidad a las bandas jóvenes. Por eso dejamos el colegio, porque lo sentíamos intensamente. Nos pusimos esas cosas que queríamos vestir –aquellos blazers hechos de tela de tapicería– y salimos a liarla diciendo: “vale, revolución punk, danos una oportunidad…” , recuerda Dave Cairns.
Nuevos corazones
En aquellos tiempos de explosión punk, Page y Cairns formaron parte de una banda punk pop, New Hearts, inspirada por la música de la década anterior. Todas las multinacionales buscaban firmar a la nueva sensación punk y acabaron en CBS con un contrato por cinco años. Sin embargo, el éxito no les aguardaba al girar la esquina y tan sólo editaron un par de singles: Just Another Teenage Athem (1977) y Plain Jane (1978).
Con su primer single consiguieron telonear varias veces a la banda mod pujante del momento: The Jam. «John Weller nos ayudó a conseguir un par de conciertos, pero nosotros aún estábamos aprendiendo. No éramos lo suficientemente buenos. En muchos sentidos, nos faltaba destreza musical. Teníamos ideas que eran de alta energía y muy sesenteras, pero no existía un ritmo bailable. Nadie podía bailar con los New Hearts: faltaba destreza musical en la sección rítmica”.
CBS Records firmaron a New Hearts y a muchas otras bandas de new wave/punk, pero nunca entendieron lo que realmente era la nueva ola y por qué había sucedido. Permitimos ser empujados y guiados en diferentes direcciones por personas que estaban demasiado centradas en la juventud de la banda y el toque pop. Ian Page – Discussions Magazine
Con su segundo single, Plain Jane, la banda encontró un nuevo camino que seguir y que les alejaba de la escena punk. «La nueva ola de punk melódico había evolucionado hacia ese concepto efervescente del powerpop. Nosotros lo vimos como el verdadero camino a seguir y respondimos con un disco mucho más popero. Para nosotros, era hacerlo o separarnos«, recuerda Page.
Sin embargo, New Hearts no consiguieron el necesario éxito musical para continuar en una gran compañía como CBS y fueron rescindidos. Un despido que también causó problemas internos en la banda debido al camino a seguir. Unos querían proseguir con la senda del powerpop mientras que Page y Cairns buscaban tocar más «sixties pop«. Finalmente, el grupo terminó disolviéndose.
«Nos dimos cuenta de que nuestra credibilidad punk estaba hecha pedazos y sencillamente empezamos a experimentar”. “Dave y yo nos vimos forzados a trabajar juntos. En cuanto los New Hearts se separaron, me fui a su casa y empezamos a componer algunas canciones«, explica Ian Page en declaraciones recogidas en el libro Glory Boys, de Phil Culshaw.
«La primera canción que compusimos juntos fue “Glory Boys”. Me había inventado ese concepto de los Glory Boys, que fue mi reacción a que me dijeran que yo no era nada bueno. Si soy honesto, la primera idea era como un spiv (NdR: nombre que en el Reino Unido recibían las películas de cine negro de los años 40) con camisa negra y corbata blanca, otorgando mucha importancia a la ropa«, desarrolla Page.
En una entrevista a Zani, Page explica que tanto Dave como él compartían el gusto por ir al cine. En uno de Notting Hill iban a encontrar la inspiración para su nuevo proyecto musical. «Es bastante raro, Dave Cairns y yo solíamos ir a las películas por la noche. Era lo único que teníamos en común, aparte de la música, por supuesto. Había un cine nocturno en Notting Hill, donde podíamos ver cuatro o cinco películas de culto en una noche como Performance, Vanishing Point o Easy Rider«.
Lo brillante de Performance es la escena en la que Mick Jagger se convierte en el jefe, esa es la noción del rock’n’roll que se une al mundo de los gángsters. Dave y yo pensamos que esto era genial. Pero eso no significa que simpatizáramos con los gángsters. Ian Page – Zani.co.uk
La estética del concepto Glory Boys de Page estaba determinada por un film: Performance (1968). Este film cuenta la historia de un pandillero londinense, que está interpretado por James Fox, que al huir de su jefe se refugia en la casa de Turner, un rockero interpretado por Mick Jagger. «No nos podíamos quitar la película Performance de la cabeza. Los gángsters James Fox y Anthony Valentine tenían una pinta muy a lo mod de 1970, y de ahí fue de donde tomamos el estilo«, comentó en el pasado Dave.
«Nadie cree esto, pero te juro que vimos el spiv, la estética elegante, la música soul y los sixties. Pusimos todo eso junto, luego nos miramos y nos dimos cuenta de que éramos Mods. Era tan natural. Sabíamos que nuestra idea nunca podría ser más grande que toda una generación de la cultura británica. Y pensé que tenía derecho a hablar por ese montón de gente, porque lo que estoy poniendo en la música es lo que se dicen el uno al otro. Un portavoz de una generación se burla de los medios de comunicación«, certifica Page. en Zani.
«Empecé a darle vueltas a esa historia de un gang (NdR: pandilla) de chavales por las calles del Soho de Londres. Un nuevo tipo de chaval: paseando arriba y abajo por Wardour Street, ocupando el lugar por completo. Y de lo que se trataba era de chavales con chispa que conocían las interioridades del negocio musical y eso les hacía cínicos, pero que, debido a ese conocimiento, también podían ser optimistas, porque así podrían cambiar las cosas. Se convirtieron en los Glory Boys. Después de componer esa canción, decidimos exactamente qué íbamos a hacer, cómo íbamos a sonar, todo. Definitivamente, nos dijimos que teníamos que ser más como una banda mod de los 60s. Aunque entonces no sospechábamos que toda la movida mod estaba a punto de llegar«, reflexionó Page.
Mods por ¿casualidad o causalidad?
En el pasado, tanto Page como Cairns han admitido que ellos no buscaron intencionadamente una estética mod ya que ellos estaban fascinados por la de los gangsters londinenses de la época pero, sin embargo, ambas estaban muy próxima. Como hemos visto antes, en plena explosión punk en 1977, casi ninguna banda intentaba tener un look elegante como el de The Jam o New Hearts. A priori, musicalmente, la dupla tampoco inicialmente estaba interesado en pertenecer a esta escena. «la movida mod nos resbalaba«.
Una evolución musical y el renacer de 1979 cambió las perspectivas de Secret Affair y de su concepto de Glory Boys. «Más tarde, a finales de 1978 o principios de 1979, cuando el movimiento mod se volvió activo, sí que nos involucramos desde el principio, así que no nos tomó por sorpresa. Yo empecé llamando los Glory Boys a la movida mod«. Page sigue considerando que era equivocado usar la palabra mod, sin embargo, admite que su banda «comparte muchos ideales con las viejas bandas mods«.
Una vez habían desarrollado la idea, el dúo pasó a elaborar un plan para asaltar el éxito que no habían logrado con New Hearts. «Cuando formamos la banda estábamos tan puteados, éramos tan cínicos, que decidimos que, sino podíamos conseguirlo gracias ser una buena banda en vivo, sencillamente no valía la pena intentarlo. La idea original era que teníamos que salir a hacerlo tan bien en directo que eso nos proporcionaría un público verdaderamente grande, de modo que nos tuvieran que fichar, igual que pasó con los Banshees. Nos dimos un plazo de dos años para intentarlo y así asegurarnos de que nunca nos venderíamos«.
Ese periodo de dos años no pudo ser más fructuoso para Secret Affair. Cinco singles entrarán el las listas del Reino Unido, dos LPs y un hit generacional con «Time for Action«, que vendió 200.000 copias y alcanzó el 13º puesto en el chart británico de singles. Todo ello editado a través de su propio sello, I Spy Records, que también lanzó a Small Hours, otros de los participantes del famoso Mods MayDay’79.
Dos años en los que Secret Affair se iban a convertir en la banda abanderada del movimiento mod británico. Page siempre quiso marcar distancias con The Jam, que ya habían trascendido las fronteras de lo mod para llegar a un público masivo. Unas distancias que Secret Affair mantuvieron desde la elección del nombre, al querer añadir ese componente exclusivo de las sociedades secretas.
Page siempre ha considerado que su música era para un club selecto, ajeno al mainstream. El cantante de Secret Affair manifestó en el pasado que este concepto exclusivo es «el corazón de todo«. «Todos nuestros fans lo sabían, Siempre excluyo a The Jam de esta analogía, pero eramos elegantes y más profesionales. Eramos más dotados con los instrumentos y más sofisticados en nuestras letras. El nombre de Secret Affair refleja eso«.
The Crew
Esta idea de Glory Boys se iba a plasmar en el grupo de entusiastas seguidores que acompañaba a Secret Affair en sus actuaciones. Un grupo de mods procedentes del East End londinense con los que Ian Page se solía juntar Barge Aground, en Barking. Entraron en contacto con esta crew en su primer concierto, en el que telonearon a The Jam en la Universidad de Reading.
Tras la actuación, un grupo de chavales procedentes de Dagenham y Barking se acercó a los miembros de Secret Affair y les propusieron que se acercase un día al pub Barge Aground a tocar. Ian Page recuerda que «entré ahí dentro y allí estaba, ¡un mar de trajes, parkas y cortes de pelo! ¡Me quedé flipado de cojones! Pensé, “¡son todos Glory Boys!” Pero era demasiado tarde, ya eran mods«.
Parte de la crew que pululaba por el Barge Aground estaba compuesta por antiguos skinheads, que se juntaban en una pandilla denominada The Becontree, y clientes habituales del pub de Barking . Entre ellos se encontraban Steven Borg aka The Crank, Tommy Russell aka Boris the Spider, Dave Lawrence, Danny Harrisson, Barney Rubble, Bob Baisden o Ricky y Danny Meankins, así como otros nombres que se mencionan en el libro Hoolies: True Stories of Britain’s Biggest Street Battles, de Garry Bushell.
Cairns recuerda con cariño a la mayoría de estos jóvenes entusiastas que seguían a la banda e, incluso, se tatuaban su nombre, logo o la palabra mod. «El 99% de ellos se comportaban como ángeles y eran geniales y nosotros estábamos contentos por tener semejante apoyo. Unos pocos, Crank y un par de ellos más, sólo estaban en esto por las peleas«.
El seguimiento de la música pop era muy diferente al de ahora. Para ser honesto contigo, los conciertos tenían más en común con ser un hincha del fútbol Ian Page – The Glory Boys
«En los principios hubo unas cuantas malas peleas. Los punks solían atacar a los jóvenes mods que acudían a los conciertos de Secret Affair y los Glory Boys lo evitaban. Lo podíamos entender y agradecíamos su apoyo. Lo que no podíamos prever es que los Glory Boys, y los mods del sur en general, iban a tener problemas con los mods del norte en lugares como Sheffield y Huddersfield«, recuerda Cairns en Hoolies.
«Desafortunadamente, los problemas les seguían y les encantaba. Eran hooligans, una pandilla de chicos del East End a quienes les gustaba pelear. Era su estilo de vida. Supongo que unos pocos no se dieron cuenta que aquello no tenía ni pizca de gracia para nosotros. Era nuestra vida, nuestra vocación«, explica. Ian, en el libro The Glory Boys, comenta que «por entonces, el seguimiento de la música pop era muy diferente al de ahora. Para ser honesto contigo, los conciertos tenían más en común con ser un hincha del fútbol«.
El final de la década de los años 70 y el primer lustro de la de los 80, el Reino Unido vivió todo un boom del fenómeno hooligan y los conciertos se terminaron convirtiendo en una extensión de los problemas que se daban en las gradas cada fin de semana. En los conciertos en Londres se solían juntar hooligans de West Ham United, Millwall o Chelsea que trasladaban a los pubs sus problemas futboleros. En ocasiones, las bandas en directo parecían actuar para proporcionar una banda sonora a la violencia que se desataba.
Al margen de las peleas, los Glory Boys también fueron importantes en la trayectoria discográfica de Secret Affair ya que participaron en la grabación del himno mod «Time for Action«. «Teníamos a 20 Glory Boys que nos seguían a todas partes, los emborrachamos, los metimos en una habitación y les dejamos hacer lo que hacían en los conciertos. Lo metimos en un bucle de cinta. Esa es la atmósfera de fondo de todo el tema«. Secret Affair también recurrieron a los Glory Boys para el vídeo musical de «Time for Action«, que recoge posando tanto a los glory boys como a las glory girls.
Autor: Charlie Condenado
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